Tato, Tatito, su mamá y su papá fuimos a ver Les Luthiers la semana pasada. Antes de entrar al teatro quise darle a David las entradas para que él las tuviera, entregara, etc. Él no quería y me decía "agarralas vos", agregando "si se me caen me vas a matar, soy distraído" etc. Yo le digo, en un arranque poco característico y contradictorio con mi línea general: "pero vos sos el hombre" (se ve que en mi estado mental preconciente el hombre se ocupa de estas cosas) y Tatito se da vuelta, como un relámpago al oír eso, espetándome:
Ay, mamá, eso es PURO machismo!
Me quedé helada, reí a carcajadas, agarré las entradas.
------------------
Eternamente
Tatito anda angustiado con el tema de la finitud y la muerte. Anoche no podía dormirse pensando estas cosas y lloraba, pobre. Yo lo acompañé y le preguntaba a qué le tenía miedo exactamente. Me dice "a que papá y vos se mueran" y yo le comenté que eso no iba a ocurrir ahora, que seguramente cuando él ya fuera viejo y nosotros más viejitos ahí ocurriría, y que en ese momento él ya lo iba a poder tomar de otra manera. Le di el ejemplo de que cuando se murió la Abuela Peque a mí me pasó un poco eso, pude aceptarlo, y que además las personas que queremos de alguna manera están con nosotros, "porque las sentimos o porque podemos pensar que están en algún lugar, algunos piensan en el cielo, a veces yo pienso eso también, como que me conecto y la Abuela me ve". Para qué se me ocurrió decirle eso! Me contesta, llorando más fuerte: "todo eso es mentira, mamá! Cuando las personas se mueren, se mueren. Eternamente!". Lo abracé y me quedé abrazándolo hasta que se quedó dormido.