Ayer fuimos a la entrevista y reunión con equipo sicopedagógico del distrito y nos recomendaron, nuevamente, que Javier pase a primer grado el año que viene.
Hicieron una evaluación (entrevistas c él,observación en su aula y entrevista c nos) y fundamentan su recomendación en que:
Su nivel académico e intelectual es como si hubiera ya terminado ahora el primer grado... O sea, según esto, podría pasar a segundo AHORA! Mamma mía!
Su relación social con pares y con adultos en autoridad en contexto escolar es óptima.
Respeta consignas, se relaciona amablemente con los demás y está dispuesto a trabajar, jugar o involucrarse permanentemente.
Va a pasar a primer grado a una única sección que hay (no hay Grado A o Grado B en esta escuela) con gran parte de su grupo de pertenencia.
En lenguaje coloquial, las sikólogas, que estaban como embrujadas c él, nos decían "este nene es único, es divino" y yo pensaba —y les decía— "si lo vieran conmigo a veces en casa cdo se enoja! O cuando me demanda permanentemente cosas" Pero bué, me decían, eso es normal! Obvio...
Anoche, preocupado algo, supongo, pero feliz también, Javier me comentaba cosas de Primer Grado y entre otras cosas, expresaba preocupaciones y me decía “pero yo no sé todavía cuánto es cien más cien... Ah pero sé que setenta más setenta es cientocuarenta. Los chicos, saben en primero cuánto es cien más cien, mami?” bueno, tuvimos una larga charla. Lo vemos muy contento con este panorama, realmente, y eso me tranquiliza enormemente.
