PRIMER GRADO CANTA

LO VERDE

Dos situaciones...

Una es que una de las plantas que me traje de Anchorena está florecida a más no poder estos días y estuvimos comentando con Javier y Matías ese fenómeno, seguramente vinculado a los calores fuertes y luego fríos, cosas de la naturaleza. En esos comentarios sorbe florecer, verde, plantas y Abuela Peque ellos recuerdan pequeños momentos vividos con ella y me da mucha ternura que permanezcan intactos en sus memorias de chicos.

Otra situación: ayer pasamos por donde hemos velado a Mami (íbamos hacia otro lado y pasamos —inadvertidamente primero para mí, hasta que vi dónde estaba— por la puerta). Le comenté a Javier, quien iba conmigo, que ese lugar era especial para mí. Primero él pensó que allí estaba Mami pero le expliqué la situación.

En seguida me dice:
“a la Abuelita Ana la quemaron? (por cremaron)”
Yo contesto que sí, y me dice:
“a la abuela Peque no quiero que la quemen”.
Le digo que no se preocupe porque la Abuela está en el Cementerio y nosotros la vamos a ver allí cuando queremos.
Me dice “solamente si la quieren quemar que sea cuando ya esté más viejita, más-más viejita, pero ahora no”.
Se me saltaron las lágrimas.

Septiembre 8. 2009. Javier tiene ocho años.